Un premio no deseado
Los ganadores del concurso que ha premiado al contrato más precario, convocado por IU en Palencia , destacan que el bajo salario, la inestabilidad y la falta de reconocimiento profesional son las grandes lacras del mercado laboral al que se enfrentan los jóvenes. Los dos ganadores comentan que es importante que un concurso, como el puesto en marcha por el Área de Juventud de Izquierda Unida de Palencia, sirva para resaltar la situación de precariedad laboral que viven los jóvenes hoy en día.Se llaman Pablo y Manuel y han ganado los premios al contrato más precario en las modalidades de contrato de menor duración, por una hora y media a la semana, y al mayor número de contratos en un año, quince en total. Aunque no están satisfechos con el galardón -por razones obvias- y les gustaría no haber tenido motivos siquiera para presentarse, sí les ha sorprendido ser elegidos como representantes de situaciones laborales que, por otra parte, consideran «bastante habituales».Pablo tiene 35 años, es diplomado en Terapia Ocupacional, una formación que obtuvo en Madrid, donde inició su periplo laboral en una profesión que él mismo califica de «poco reconocida». En el año 2004, el amor le trajo a Palencia, una ciudad donde encontrar trabajo en lo suyo era, si cabe, más difícil, «a pesar del porcentaje de población envejecida que hay en Castilla y León», señala.En la actualidad, con una pareja y un bebé, tiene contratos con cuatro empresas, tres de ellas residencias de ancianos, dos privadas y una pública, y es precisamente esta última con la que Pablo tiene, desde hace tres años, un contrato de una hora y media a la semana.
Continua aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario